Una de las primeras preguntas que nos deberíamos hacer a la hora de comenzar algún propósito, «dieta», cambio de hábitos, etc., es por qué lo hacemos. Tener claro el MOTIVO es fundamental para comprender que lo que estamos dispuestos a hacer vale realmente la pena y se prolongue en el tiempo. Por poner algún ejemplo, una motivación para algunos podría ser bajar de peso para sentirse más saludable (estar más ágil, tener más energía, evitar enfermedades…), sin embargo a otra persona le podría motivar bajar de peso para agradar a su pareja o sus amig@s.
Realmente si tu motivación depende de factores externos, ésta suele ser menos sólida que la motivación que proviene de nuestro deseo interior, nuestra esencia.

Debemos mirar dentro de nosotros, ser honestos y descubrir qué es lo que realmente nos motiva a hacer las cosas y hacerlas por uno mismo, principalmente. Recuerda que sólo tenemos un cuerpo que nos va a acompañar toda la vida, de nosotros depende cuidarlo y mantenerlo saludable.
Ahora busca tu motivación para conseguir llevar un estilo de vida saludable, con el que te sientas a gusto, feliz y en armonía.
